NEGOCIOS BOYANTES EN TIEMPOS DE PANDEMIA
El
dinero controla, define el qué hacer de la industria farmacéutica. A quienes
manejan este negocio lo que más les importa es ganar dinero a manos llenas. La
premisa fundamental para que esta industria exista es que haya humanos enfermos
y que producir medicamentos sea una actividad confinada a unos cuantos magnates
del ramo.
Resulta
evidente que las personas sanas no generan ganancias, luego entonces, la
estrategia consiste en tener gran cantidad de enfermos consumiendo medicamentos
paliativos para tratar la sintomatología -dolor, fiebre o hinchazón- de las
enfermedades; pero nunca fármacos que solucionen en forma más o menos
definitiva sus dolencias. Eso no es rentable, como negocio es un fracaso y, por
lo mismo, no interesa.
La
medicina actual, como pingüe negocio de unos cuantos magnates, está concebida
para que la gente permanezca enferma y, por lo mismo, compre fármacos toda la
vida. Esto lo ratifican médicos, como la Dra. Ghislaine Lanctôt, profesionista
de la salud a quien retiraron su licencia por oponerse a los engaños y a la
manipulación de las multinacionales farmacéuticas y por denunciar sus
atropellos.
La
mafia farmacéutica controla absolutamente todo cuanto acontece a su alrededor:
medios de comunicación masiva, empresas privadas, organismos oficiales, y, por
sobre todo, la opinión pública. A quien se atreve a disentir, cuestionarla o
denunciarla se le difama públicamente y se arruina su carrera profesional.
Si
en tiempos “normales” la venta de fármacos le genera ganancias extraordinarias
a la industria farmacéutica, en ciclos de contingencia sanitaria estas se
multiplican, Tal como ocurrió durante las pandemias del SIDA, del SARS y la
Influenza A-H1N1, entre otras, que provocaron
una
febril competencia fármaco-biológica entre grandes laboratorios en busca de la
vacuna que lograra “abatirlas” y, al mismo tiempo, multiplicar sus fortunas.
La
incontrolada pandemia del COVID-19 ofrece de nueva cuenta a los magnates de la
droguería internacional la posibilidad, como aseguran analistas, de continuar
enriqueciéndose descomunalmente ya que quien obtenga primero la vacuna
dispondrá de un vasto mercado cuasi cautivo donde colocar su producto.
La
salud de la humanidad esta presa de las farmacéuticas, empresas que gastan miles
de millones en comercializar sus drogas. Por ello para estos mercachifles de la
salud la actual pandemia es ocasión de éxito, medido en el mundo capitalista
través de la fortuna. Todos sabemos que para ellos la salud es un negocio más,
en la cadena de inversiones.
Organización Política Proletaria
OPP
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