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6 abr 2013

Tres heridos y cinco maestros detenidos en desalojo: Ceteg


En tanto, el visitador general de la Comisión de Derechos Humanos, Hipólito Lugo, condenó el hecho, mientras que Manuel Olivares, de Red Guerrerense, se sumó a la demanda de desaparición de poderes planteada por los mentores.

Sergio Ocampo Arista, corresponsal 
Publicado: 05/04/2013 20:56

Chilpancingo, Gro. Esta tarde unos mil 500 policías federales desalojaron a toletazos a más de 3 mil maestros que bloqueaban la Autopista del Sol México-Acapulco, por lo que dos profesores y un reportero resultaron heridos, y cinco mentores más detenidos, informaron líderes de la Ceteg.. El visitador general de la Comisión de Derechos Humanos (Coddehum), Hipólito Lugo Cortés, condenó el desalojo; en tanto, Manuel Olivares, de la Red Guerrerense de Derechos Humanos (Redgro), se sumó a la petición de desaparición de poderes que propuso la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación en Guerrero.

El desalojo, que inició poco después de las 18:30 horas y concluyó aproximadamente 40 minutos después, fue en el lado sur, a la salida de Chilpancingo rumbo a Acapulco, el mismo lugar en donde el 12 de diciembre del año 2011 policías federales y estatales asesinaron a los estudiantes de la Normal de Ayotzinapa Gabriel Echeverría de Jesús y Jorge Alexis Herrera Pino.

Desde el mediodía, los miles de maestros de la Ceteg, del Sindicato Único de Servidores Públicos del Estado de Guerrero (Suspeg) y del Frente Único de Normales Públicas (Funpeg) partieron en marcha rumbo a la Autopista del Sol México-Acapulco, en espera que sus dirigentes -que en esos momentos sostenían una reunión con el gobernador Ángel Aguirre Rivero- regresaran con una respuesta favorable a su pliego petitorio.

La marcha llegó a unos 300 metros de las instalaciones de la Procuraduría de Justicia Estatal para esperar a sus dirigentes que regresaban de la reunión con el gobernador, sin ninguna respuesta favorable. Al llegar al lugar, los líderes de la Ceteg informaron de los resultados del encuentro con Aguirre Rivero y reportaron que no hubo resultados, y que incluso los había amenazado con desalojarlos, lo cual enardeció a los contingentes.

Acto seguido se llevaron a cabo asambleas regionales. A las cuatro de la tarde, más o menos, se acordó marchar rumbo al “Parador del Marqués” (nombre de un hotel), en donde se bloquearon los seis carriles de la Autopista del Sol, y el entronque a la carretera federal que va a Acapulco. Una hora después llegaron al lugar los alrededor de mil 500 policías.

El responsable del operativo, uno de los oficiales de la Policía Federal (PF) que se negó a dar su nombre, informó que se habían dado 15 minutos a los manifestantes para desalojar la autopista. Los maestros le respondieron que no, que permanecerían en ese lugar.

-¿No hay temor de que pase como con el caso Ayotzinapa señor?

-No, no vengo a eso. Por eso yo estoy aquí solo. En un momento dado yo repliego mi gente, y ustedes continúan su camino.

-¿La orden del gobernador es desalojarlos?

-Yo no conozco al gobernador, ni he hablado con él, yo soy una autoridad federal.

-¿La orden es desalojar al magisterio?

-No señor, es invitarlos (a desalojar la autopista). Los estoy invitando a desalojar la vía principal, que es una vía federal, ya les di el tiempo razonable. Aquí no va a haber mártires, ni nadie más.

-¿No habrá muertos?

-No. No. Sé que hay damas, hay niños, hay de todo.

Después en su último intento, el oficial de la PF le dijo a los manifestantes, que portaban palos y tubos, “ son maestros, y por lo tanto les estoy dando su lugar. Yo (sic) me educó un maestro, y por eso estoy aquí”.

Después de un infructuoso diálogo, el oficial regresó hasta donde se encontraban los policías federales, a unos 30 metros de los contingentes magisteriales, y dio la orden de avanzar. Los profesores retrocedieron unos metros, pero el encuentro fue inminente. Dio inicio la trifulca, en esos momentos las fuerzas federales triplicaban a las de los mentores, que protegían a cientos de mujeres maestras que estaban en la retaguardia, algunas con sus palos en la mano.

Las consignas clásicas de batalla por parte del magisterio no se hicieron esperar: “!cuidado, cuidado, cuidado con Guerrero, estado, estado, estado guerrillero!”.

Durante poco más de media hora se enfrentaron policías federales, que incluía también a mujeres, y maestros con sus respectivos contingentes de mujeres. Un sector se refugió en el puente que da a la tienda departamental Liverpool, hasta allí los siguieron los policías. En ese lugar se registraron los heridos, entre ellos Abel Miranda, corresponsal de Excelsior, dos indígenas de la Montaña. Así como cinco detenidos, uno de ellos Raymundo Ramírez, profesor indígena oriundo de Metlatónoc.

En pleno zipizape llegó corriendo una madre de familia con sus dos hijos, una niña de unos nueve años, y un niño de aproximadamente siete años: “!órale cabrones -le gritaba a los policías- aquí están mis hijos, yo vengo a apoyar a los maestros, hijos de la chingada!”. Los maestros -que estaban cerca- jalaron literalmente a la mujer y a sus hijos.

Las maestras en su huida, algunas llorando de miedo, otras de rabia, alentaban a sus compañeros “¡duro compañeros!”. Poco después de las 19 horas los contingentes regresaron a su campamento, pero todavía se dieron tiempo de protestar en el palacio de gobierno.

-¿Qué sigue mañana maestro?

-La lucha. Venimos a luchar, no a vacacionar.

Fuente: LA JORNADA

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