Al amparo del combate al terrorismo naciones como USA, Inglaterra e Israel, por citar sólo algunas, desatan guerras intervencionistas con la finalidad de mantener hegemonías regionales. Así, estas naciones en los hechos son la mayor amenaza terrorista para el mundo.
Al conceptualizar al terrorismo como la amenaza y/o la constante realización de acciones violentas encaminadas a obtener beneficios producto del pánico inducido a determinadas sociedades o gobiernos, éste, el terrorismo, se vuelve una moneda de cambio que es utilizada con exagerada frecuencia por quienes se declaran sus más feroces detractores. Baste con darle una ojeada a la historia para darnos cuenta que aquellos que se dicen ultradefensores de la democracia son los más asiduos empleadores del chantaje bélico.
Sin embargo, al final del día, países como E.E.U.U, que en su paranoia imperial históricamente ha liderado, cobijado y subsidiado actividades terroristas que han enlutado miles de hogares en todo el planeta, hoy se vuelve víctima de su propia política guerrerista. En efecto, ante una sociedad internacional cada vez más suspicaz, las potencias imperiales, bajo el pretexto de combatir al terrorismo, se han visto obligadas a emplear pavorosos justificantes para invadir a naciones o combatir grupos político-militares, a los que consideran potenciales enemigos. En este sentido, célebre es la autodestrucción yanqui de la torres gemelas de New York que sirvió como argucia para invadir a Irak. Por su parte, el gobierno del ultraconservador Partido Popular de España, durante la gestión del asno, que perdone el burro, Aznar, con tal de evitar su debacle en las elecciones presidenciales de 2003, pretendió culpar a ETA del trágico accidente ferroviario en Atocha.
En el pasado personalidades como Elvis Presley, John Lenon incluso las Madres de la Plaza de Mayo, Argentina, fueron etiquetados como potenciales terroristas, y al considerar al terrorismo un acto criminal punible, eran vistas como blancos del permanente espionaje por parte de las instituciones de inteligencia y seguridad nacional gringas.
Mientras que los verdaderos terroristas como Israel, los refugiados cubanos en Miami, el Estado colombiano y los contrarrevolucionarios en Venezuela, entre otros, son cobijados y defendidos a ultranza en los distintos foros internacionales, las instituciones solapadoras del imperialismo, ONU, OTAN, OEA, condenan a las naciones y a los grupos sociales, políticos e incluso militares, que se niegan a someterse a los caprichos del capital mundial. Ello explica el por qué nunca condenan las acciones desestabilizadoras de los yanquis y sus lacayos, y no juzgan los crímenes de lesa humanidad que cometen diariamente.
Tema especial sobre el terrorismo de Estado es el frankenstein fuera de control llamado Narcoterrorismo.
Fraternalmente
Organización Política Proletaria
OPP
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